
Tu piel no es ajena a la contaminación ambiental
La contaminación ambiental no es un tema muy tratado por el mundo de la estética, pero tu piel no es ajena a ello, por eso hoy queremos hablarte de la importancia de una buena elección de los productos cosméticos y seguimiento por un profesional.
En los últimos años estamos dando mucha importancia al correcto cuidado de la piel tratándola, protegiéndola y reparándola.
Desde hace unos años conocemos los efectos dañinos del exceso a la incorrecta exposición al sol y últimamente hemos hablado de la Luz Azul que su onda de penetración es mayor a la de los rayos UV y causando un grave daño a nuestra piel.
* Es una luz visible al ojo humano y representa un 25-30% de la radiación solar total.
Se sabe que la luz azul (HEV) penetra en más profundidad en la piel que la radiación UVB/UVA, donde se genera muchos radicales libres y un importante estrés oxidativo.
Por ello tenemos que concienciarnos que la protección no es sólo cuando salimos a la calle o vamos en el coche o vamos a ponernos morenos en la piscina o playa.
Este último semestre os hemos ido contando la importancia que tiene la contaminación en la piel,
pero queremos ir un paso más allá
CONTAMINACIÓN “AMBIENTAL”
Dermatológicamente se observa la reciente necesidad de proteger a la piel y el organismo hacia
la “Contaminación” o “Polución moderna” que nos afecta a la salud y a la piel.
Polución exterior:
- Multitud partículas contaminantes
- Gases y Metales pesados
- Pequeñas partículas (combustión y tráfico) que está en el aire que respiramos
Polución interior:
- Chimeneas
- Calefacciones, aires acondicionados
- Productos de limpieza, – Polvo, ácaros, tabaco…
- Animales domésticos
Son contaminantes físicos/químicos o biológicos que estropean la calidad del aire que respiramos
Y, además:
“Los efectos de la contaminación sobre la piel, se ven agravados por las condiciones extremas como la humedad, la sequedad, el frío o el viento que, ya de por sí, pueden provocar sequedad, tirantez o irritación. Las altas temperaturas hacen aumentar los niveles de ozono”.
Cosa que sabemos que el ozono es dañino para la salud en general.
“Las toxinas de la polución, junto con la luz azul, los gases y la radiación solar, son unos grandes “productores” de radicales libres en la piel, moléculas inestables y muy reactivas que afectan las células cutáneas”.
Nuestros propios mecanismos biológicos de defensa no son capaces de neutralizar tantos radiales debido a que la piel está expuesta a una oxidación excesiva, y estos acaban por agotar nuestros antioxidantes endógenos como es la vitamina E, y por alterar y deteriorar nuestras células (e incluso su ADN).
Por ello ante la polución, y todos los factores externos e internos la piel se debilita y pierde su capacidad para defenderse.
La principal afectada por los efectos negativos de la contaminación es la barrera cutánea, la capa superficial de la epidermis (estrato córneo) y primera line de defensa de la piel frente a las agresiones externas, junto con su Microbiota (que son microorganismo: bacterias y microbios que nos defienden a las bacterias negativas externas). Conviven simbióticamente con nuestro cuerpo.
También encontramos microbiota o flora microbiana en el sistema digestivo o en la boca, entre otras partes de nuestro cuerpo.
La microbiota se considera el segundo escudo protector de la piel.
Es clave para la regulación de la inflamación y la reparación de los tejidos. Su equilibrio es vital para el mantenimiento del manto ácido encargado de la síntesis de lípidos, así como la modulación del sistema inmune de la piel y la protección.
La polución es uno de los factores externos que más afectan de forma negativa a la microbiota.
Cuando partículas contaminantes bloquean los poros, crean las condiciones ideales para el crecimiento de la bacteria del acné.
El desequilibrio de la microbiota también afecta a los lípidos de la piel, que son necesarias para la función barrera cutánea. Esta serie de alteraciones hacen sentir la piel más seca y áspera, es decir, menos suave y confortable.
El exceso de radicales libres en a las células de la piel es la aparición de:
- Piel seca y deshidratada
- Arrugas y líneas marcadas.
- Flacidez. Falta de firmeza.
- Acné y exceso de grasa.
- Manchas oscuras.
- Mayor sensibilidad
- Falta de luminosidad y tono opaco
- Rugosidad.
Si la barrera cutánea no funciona correctamente la piel está mucho más frágil, sufrirá los estragos de las agresiones externas como el frío, el viento, los rayos solares o la polución. Uno de los efectos es la pérdida del agua transepidérmica y transdérmica, lo que produce sequedad, rugosidad y, por consiguiente, empieza a ser la piel más sensible y reactiva a todo siendo más exigente en sus cuidados. Por ello, saber todo esto nos ayuda a entender que la piel es el órgano más grande y muy importante que nos dice en todo momento cómo estamos y qué nos pasa….
Para evitar el daño en la microbiota de la piel, la industria cosmética ha creado productos que incluyen“PREBIÓTICOS”.
Los Prebióticos son nutrientes como fibras que sirven de “alimento” para las bacterias beneficiosas frente a las bacterias nocivas.
Estos compuestos tienen el objetivo de activar la regeneración de la flora cutánea natural para que se recupere, equilibre y reproduzca más rápidamente, lo que resulta en una piel más sana y llena de vida.
También, son productos que nos hacen un escudo protector que evita la adhesión de las partículas contaminantes en la superficie cutánea. De este modo previene la penetración de sustancias nocivas a través de los poros, con lo que preserva
la integridad de la barrera cutánea.
A su vez, combate los efectos negativos de los radicales libres generados por polución, gases y luz azul, que dañan la piel propiciando la aparición de arrugas, falta de elasticidad y manchas oscuras en el rostro. Es decir, es un potente protector y reparador