
La importancia de cuidarse y cómo sentirse bien con tu imagen
Muchos tratamientos estéticos tienen mala prensa, y esto ocurre porque una enorme cantidad de mujeres causan cierto rechazo debido a las malas prácticas efectuadas. Por un lado una gran cantidad de operaciones mal hechas o innecesarias y por otro lado, el uso abusivo de procedimientos denominados mínimamente invasivos.
Sin embargo, hoy existen herramientas muy valiosas dentro de la estética que en manos de especialistas idóneos pueden ayudar a conservar una apariencia más joven sin perder la naturalidad. La clave es hacer una buena elección del profesional actuante.
El profesional debe explicarle al cliente qué es lo que más le conviene hacer en cada caso y hasta dónde un tratamiento puede ofrecerle los mejores resultados. Lo importante es no cruzar el fino límite entre la armonía de un rostro bien tratado, donde los procedimientos se realizan en una justa medida, y la exageración que desvirtúa las bondades de estas herramientas.
Este es un trabajo de dos, profesional de la estética y el cliente/ paciente, porque también es necesario que la persona que acude a la visita confíe y tome las indicaciones o sugerencias del especialista. Lo cierto es que la estética hoy tiene mucho para ofrecer; las técnicas han sido perfeccionadas, su método y los tratamientos no quirúrgicos son excelentes, bien empleados. Se podrían mencionar infinita cantidad de “tratamientos estéticos” y dar ejemplos de ellos.
El rostro debe mantener la expresión, la dulzura, los gestos y la identidad. Siempre es preferible dejar una pequeña arruguita y no correr el riesgo de quitarle a la persona la gestualidad que la hace natural, el estilo o “ese algo” que la convierte en un ser personal diferente al resto.
La idea de la estética es retardar suavemente el paso de los años, cuidar “esa piel”, “ese cuerpo” con sensatez. El tiempo pasa para todos, lo ideal es llevar los años de la mejor manera, esto no significa no aprovechar los avances que hoy existen para estar mejor, significa hacerlo utilizando el sentido común y la guía del profesional de confianza. Con una correcta y completa interlocución entre cliente y profesional.
Por otra parte, no es lo más indicado comenzar a edades muy precoces con retoques innecesarios, sobre todo quirúrgicos. Cada tratamiento en su momento y con la seguridad o garantía del futuro de nuestra imagen.
Los tratamientos estéticos, en realidad, no son un tema superficial. Al mejorar el aspecto estético las personas en general, tanto hombres como mujeres, se sienten más seguros, relajados y pueden así reflejar y dejar que fluya la belleza desde el interior.